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‘Balada triste de trompeta’ se lanza hacia los Goya con 15 candidaturas

A la sátira de De la Iglesia le siguen como favoritas Pa negre (con 14), También la lluvia (13), Buried (10), y Biutiful (8)

Unos goyas igualados: Alex de la Iglesia (Balada triste de trompeta, con 15 candidaturas), Icíar Bollaín (También la lluvia, con 13) y Agustín Villaronga (Pa negre, con 14), estarán cara a cara el 13 de febrero en la 25ª edición de los premios del cine español.

La lectura de los finalistas esta mañana en la sede de la academia ha deparado pocas sorpresas y un curioso show humorístico entre De la Iglesia, presente como presidente de la Academia, y Jorge Sanz, copresentador del acto junto a Marta Etura. No hay grandes ausencias en las candidaturas más allá de Carlos Areces, uno de los actores principales de Balada triste de trompeta. Por cierto, el presidente nunca ha sido muy galardonado por sus compañeros: solo tiene el premio al mejor director por El día de la bestia (ha sido candidato otras tres veces).

Las tres películas mencionadas competirán en su categoría contra Buried, y los tres realizadores también disputarán su estatuilla contra Rodrigo Cortés, director de Buried, que ha logrado ocho candidaturas. En cuanto a Pa negre, continua su racha victoriosa que arrancó en su concurso en San Sebastián, y es la película en catalán que más candidaturas ha tenido en la historia de los goya. A Villaronga la lectura le pilló haciendo la compra, en concreto adquiriendo alcachofas.

De la Iglesia, que estuvo más nervioso tras el acto, aseguró que se planteó no presentar el filme a los premios -«Incluso dimitir»-por la posible coincidencia entre su cargo y las candidaturas, como así ha ocurrido. Como presidente de la Academia se sintió feliz porque la institución crece: «Cada vez somos más reconocidos, los Goya tienen más repercusión». Este año, en ese espectacular 25º aniversario que se celebrará en el Teatro Real («un sitio espectacular, con tres escenarios que rotan, en el centro de Madrid»), explotará al límite el presupuesto: habrá videowall en la Puerta del Sol, y aún está negociando la presencia de Iker Casillas y Mario Vargas Llosa, a quien los médicos no dejan viajar.

«Busco que la gente sienta suyas las películas, que sienta suyo el cine». En el futuro la intención es que la Academia visite otras ciudades donde tiene sede. «Me gustaría que el año que viene se celebrara en Barcelona, en el Liceo. Pero la Academia es una asociación sin ánimo de lucro y llegamos hasta donde podemos. Sin embargo, los Goya son un gran espectáculo y TVE tiene mucha suerte en retransmitirlos». ¿Habrá reivindicaciones políticas, reciente como está la tramitación de la Ley Sinde? «Son cosas distintas. Me gustaría que la gala fuera con el espíritu que tenemos en la Academia, sin ideología, porque representa a gente de todo tipo».

En cuanto a su película, echó de menos desde luego a Carlos Areces. «Tal vez nos equivocamos al presentarlo en la categoría de protagonista. Del resto de las candidaturas me hacen ilusión la de guión [es la primera vez que De la Iglesia escribe en solitario] y otra más que no voy a concretar [probablemente la de actriz revelación a Carolina Bang, su actual pareja]. Si me gustaría puntualizar que es un honor competir contra Agustí Villaronga, un gran amigo y uno de los grandes directores actuales. Ahora, como cineasta sí me faltan otras películas, pero nunca suelo estar completamente de acuerdo con todas las selecciones». Y constató la influencia que tienen estas candidaturas en la taquilla. «Sí se nota. Nosotros hemos estrenado en unas fechas difíciles. Me llevo bien con los taxistas: como yo, trabajan para el público y como los directores, llevan a la gente hacia un destino». Por eso mismo recalcó lo «buenísimo» que es que haya una película en inglés y otra en catalán entre las finalistas. «Tenemos que abrirnos. La manera de sobrevivir a una crisis es cambiar, buscar nuevos mercados, como el internacional».

Con una reflexión parecida arrancó su charla Iciar Bollain. «Hemos arrancado bien en taquilla, con el quinto lugar de recaudación por sala. Y los Goya son una fiesta, sí, pero con mucha repercusión». La directora acaba de llegar de Los Ángeles, donde en cuatro día había asistido a una proyección de También la lluvia para académicos de Hollywood y su estreno en el festival de Palm springs. «Han sido muy cariñosos y la han entendido bastante bien». En cuanto a posibles incompatibilidades, Bollain, que es vicepresidenta de la Academia, no le dio tanta importancia. «Por supuesto, la labor de Alex es mucho más compleja que la mía. Hay gente de la junta directiva que ha logrado también candidaturas este año. Quiere decir que estamos en activo y eso es bueno. La pelea va a ser competida.