5 pelis recomendables y 10 opciones no tan evidentes para ‘La Fiesta del Cine 2015’


Publicado el miércoles 4 noviembre 2015


Desde ayer hasta el jueves, ya tenemos de vuelta la Fiesta del Cine. Imagino que no he sido el único que ha ido a mirar la cartelera, ilusionado con la idea de sacar el máximo partido a la promocion, y tras repasar al menos un par de veces la lista de títulos ha exclamado: ¡no hay NADA que ver! O algo similar con palabras que serían sustituidas por pitidos en una emisión televisiva…

Hay poco que ver, efectivamente. Al igual que en la edición anterior, los organizadores, que no son tontos, han plantado la «fiesta» en una semana escasa de novedades, en la cual muchos de nosotros pasaríamos de ir al cine, porque las únicas propuestas interesantes ya las hemos visto. Y por muy barata que salga la entrada, ir a ver algo que probablemente te acabará aburriendo, es una idiotez. El tiempo es demasiado valioso. No obstante, como digo, hay al menos 5 películas recomendables y otras 10 pelis no tan evidentes que ver en esta ‘fiesta’.

‘Del revés (Inside Out)’

Los amantes del cine recordaremos 2015, entre otras cosas, por el ansiado regreso de Pixar con dos largometrajes. A falta de que llegue a las carteleras ‘El viaje de Arlo’ (‘The Good Dinosaur’), ya hemos podido ver el nuevo trabajo de Pete Docter, quien esta vez nos introduce en la mente de una niña (basada en su propia hija). Ingeniosa, divertida, emocionante, con personajes entrañables y momentos donde cuesta contener las lágrimas; en definitiva, lo que siempre nos promete Pixar.

‘La visita’ (‘The Visit’)

M. Night Shyamalan recupera algo de crédito con este singular relato que combina con habilidad el humor con el horror. No decepciona si conoces al cineasta: interpretaciones impecables, mucha tensión, momentos emotivos y el giro sorpresa marca de la casa… El punto flaco es su compromiso con el formato «found footage», lo que obliga a forzar situaciones para que resulte más o menos creíble la presencia de la cámara, encendida, captándolo todo. Que la calidad de la imagen no cambie, a pesar de grabar con dos cámaras diferentes, ya es otra cuestión. Fantasía, supongo.

‘Yo, él y Raquel’ (‘Me And Earl And The Dying Girl’)

Si sólo podéis ver una película en estos días, que sea ésta. Alfonso Gómez Rejón orquesta la mejor comedia-dramática-romántica que he visto en mucho tiempo; un futuro clásico, ni más ni menos. Thomas Mann, Olivia Cooke y R.J. Cyler encabezan el estupendo elenco de esta fresca, divertida y preciosa historia sobre un joven cineasta amateur, su mejor amigo y una chica enferma con la que el primero inicia una relación más profunda de lo que jamás pudo imaginar…

‘Marte (The Martian)’

La película que arrasa en Estados Unidos es uno de los mejores entretenimientos del año. Ridley Scott, que tiene experiencia en filmar cosillas que (ejem), relata las peripecias de un Robinson Crusoe marciano, con un enfoque poco habitual en este tipo de narraciones: extrayendo el optimismo y el buen humor de cada situación, en lugar de lo oscuro y lo dramático. El simpático Matt Damon encabeza un estupendo reparto que contribuye a que estemos pendientes de la narración, aun sabiendo cómo va a acabar…

‘La cumbre escarlata’ (‘Crimson Peak’)

La recomendaba con motivo de Halloween. Jessica Chastain, Tom Hiddleston y Mia Wasikowska son las estrellas de un tenebroso romance que contiene los ingredientes habituales de Guillermo del Toro, decidido a recuperar el sabor de los clásicos cuentos de terror. Tiene buenos momentos, los actores cumplen y visualmente es una gozada, pero una vez más el director trabaja a partir de un guion bastante flojo, con diálogos poco inspirados y giros previsibles. Tenedlo en cuenta.

De la misma manera que no conviene confundir valor y precio, tampoco es de recibo dar por sentado que la verdad es lo evidente. Evidentemente. Con la Fiesta del Cine a nuestros pies, y aunque a algunos nos parezca la manera menos verdadera (pese a la evidencia) de celebrar nada, lo cierto es que uno se puede ahorrar algo (un par de euros con respecto a cualquiera de las infinitas ofertas habituales) tras hacer una bonita cola.

Lo obvio es acudir a ver una de las películas que ahora se sitúan en lo más alto del top. Y aquí vale desde la animación de ‘Hotel Transilvania’ a la aventura espacial de ‘Marte’ pasando por la inenarrable basura de ‘El último cazador’. Pero también, tanto ajetreo festivo puede servir en un momento dado para caer en la cuenta de que también se trata de cine. Lo que sigue son 10 propuestas para no caer en lo evidente.

1. ‘Taxi. Teherán’. Aún aguanta en cartelera el último Oso de Oro de Berlín. Sin salir del taxi, Jafar Panahi compone una perfecta radiografía de la sociedad que le rodea a la vez que hilvana una brillantísima metáfora sobre el oficio de cineasta. Si se quiere, y por apurar paralelismos, el taxi, que no es más que un espacio a la vez público y privado desde el que se contempla el mundo por el cristal y a las personas por el espejo retrovisor, es la excusa para ofrecer un laberinto de miradas cruzadas del que es imposible escapar indemne. No se trata tanto de una película como de una de las más divertidas, emocionantes y conmovedoras aproximaciones al oficio de vivir. Tal cual.

2. ‘El Club’. Ahora se trata del Premio Especial del Jurado de la Berlinale. El chileno Pablo Larraín cuenta la historia de un grupo de sacerdotes apartados de sus rebaños. Cada uno arrastra un pecado inconfesable y juntos se esfuerzan en encontrar un sentido a lo que no lo tiene. Rodada toda ella a media luz entre un amanecer turbio y un anochecer eterno, la película se antoja la más desasosegada aproximación a la claustrofóbica de los últimos tiempos. La Iglesia, de nuevo, puesta en cuestión.

3. ‘Victoria’. Sebastián Schipper rueda en un único plano la fiebre de una noche entera. De la mano de la actriz española Laia Costa, la cinta, convertida en el fenómeno cinematográfico alemán del año, se ofrece como una radiografía muy aproximada de cosas tales como la adrenalina, la desesperación y el caos. Pocas veces Berlín lució tan amenazante.

4. ‘Slow west’. John Mclean toma prestado un poco de Wes Anderson, otra pizca de Jim Jarmusch y mucho de todo lo que últimamente sale de Sundance para realizar una de esas películas con encanto del año. Llámalo ‘cool’. Las siempre viejas reglas del ‘western’ son revisadas con el espíritu, llamémoslo Apple, que nos define. Y luego está Fassbender que, como siempre, apabulla.

5. ‘Truman’. Cesc Gay hace cine para ser escuchado. Sus personajes hablan y en su conversación impenitente fundan universos. Un hombre se muere y, aunque sólo sea para irse con buen pie, da una auténtica lección de vida. O de muerte. O mucho nos equivocamos o los Goya tienen aquí su más que evidente (y verdadera) ganadora. Atentos a la pareja Darín y Cámara. Inmensos. Los dos. Quizá más el primero.

6. ‘El nuevo nuevo testamento’. Jaco Van Dormael se imagina al mismo dios omnipotentemente belga. Además de maleducado, machista, algo maltratador y violento. Si puede serlo todo, ¿por qué no todo lo anterior? Lo que sigue es una fábula irregular que crece cuando se hace farsa incómoda e irrita cuando se quiere poema amable.

7. ‘El desconocido’. Aún es posible ver el eléctrico debú a la dirección del gallego Dani de la Torre. Todo ocurre en el interior de un coche y todo lo que sucede es pura adrenalina.

8. ‘Lejos de los hombres’. Sobre un relato de Albert Camus, David Oelhoffen se arriesga a un cuento moral sobre la comunicación. Un profesor francés y un árabe acusado de homicidio buscan justicia con esa extraña agonía ausente de los héroes del escritor de ‘El extranjero’. Apenas se mantiene en un cine, pero no conviene pasarla por alto. Es cuestión, también, de justicia.

9. ‘Irrational man’. ¿Qué decir del último delirio nihilista (o no tanto) de Woody Allen? Todo suena a repetido, pero cómo resistirse. Joaquin Phoenix se descubre como el más certero e improbable (las dos cosas) imitador del genio.

10. ‘Yo, él y Raquel’. El título original de la película del mexicano Alfonso Gómez-Rejón premiada en Sundance sustituye Raquel por «la chica moribunda». La idea es aproximarse al doloroso concepto de pérdida. La cinta posee todos los ‘tics’ del afectado y autoproclamado cine independiente, pero incluye en su interior unas cuantas parodias del cine clásico de autor sencillamente memorables.

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