La verdad es que he esperado un tiempo prudencial desde que saliera el rumor hasta las últimas noticias, pensando que era una mala jugada o algún mal entendido, pero es oficial: New Line Cinema (que todos recordaremos siempre por la saga de ESDLA) cierra sus puertas, ha sido absorbida por Warner Bros.
Copio y pego otra noticia en español:
‘La Brújula Dorada’ se carga al estudio que nos regaló a Freddy Krueger.
A pesar del carácter esencialmente industrial de esta noticia, la verdad es que por historia friki sabe un poco mal: resulta que la New Line Cinema se ha ido a pique, y será reabsorbida por la Warner Bros. Ambos estudios formaban parte del conglomerado Time Warner, pero el rotundo fracaso de La Brújula Dorada* ha motivado la “desaparición” de la compañía bajo cuyo auspicio vieron la luz sagas como El Señor de los Anillos, Pesadilla en Elm Street, Austin Powers, Blade o Viernes 13.
El comunicado oficial partió de los, hasta ahora y respectivamente, copresidente y del codirector ejecutivo de la compañía, Bob Shaye y Michael Lynne. Según este texto, divulgado por /Film, New Line mantendrá su identidad propia y seguirá produciendo y distribuyendo películas, pero a partir de ahora lo hará como parte de Warner Bros. y, probablemente, a menor escala que en el pasado.
A primera vista, parece que no hay mucho motivo para el drama, pero esta decisión va a tener sus consecuencias más que nada, porque en estos momentos la compañía es de todo menos “segura”. El comunicado prosigue diciendo que “Time Warner espera que operar bajo Warner Bros suponga una reducción de costes, aprovechando los sistemas de distribución (de la Warner Bros.)”. Pero es fácil dilucidar que hay muchos puestos de trabajo en juego.
Empezando, en este caso, por la cúpula administrativa: Lynne y Shaye han dicho adiós a sus respectivos empleos. “Nos entristece marcharnos, pero estamos orgullosos de haber visto el extraordinario crecimiento de New Line (…) que representa innovación, creatividad y éxito independiente”.
A ver cómo se desarollan los acontecimientos.
* Lo de La Brújula Dorada merece una explicación. Es un film que ha costado 180 millones de dólares (más de 250 contando promoción) y ha recaudado en todo el mundo una cantidad superior a los 330. No obstante, recuerdo que para que un film aporte beneficios es necesario que recaude, como mínimo, el doble de lo que costó. Si a ello añadimos que la compañía cedió los derechos de la recaudación internacional –para sufragar el coste de producción–, New Line sólo ha recuperado 35 millones de todo el proyecto (la mitad de la taquilla doméstica: el resto va a los distribuidores e intermediarios).
Via | Las Horas Perdidas