Terminator Salvation y la ciencia: los coches no arden porque sí


Publicado el miércoles 29 junio 2011


Hablemos de ciencia y Terminator: Salvation, la cuarta de la saga (aunque parece que sólo sigue la continuidad de la primera). Hay una escena que puede que llame la atención, ya que tiene algo de buena ciencia, y además desmonta uno de los tópicos del cine de acción.

La escena es la siguiente: el futuro padre de John Connor y «el condenado a muerte resucitado» huyen de una encerrona de las máquinas, cuya principal baza es un robot gigantesco disparando a diestro y siniestro. Los protagonistas se dirigen a un camión cisterna lleno de combustible, abren el depósito para que deje un reguero, y lo empujan hacia el enorme engendro con otro camión. Cuando choca con él, se alejan y disparan varias veces. Pero ¡oh sorpresa! el camión cisterna no explota. Sólo hacen un agujero en él, por el que sale el combustible. Contrariados por el fracaso de su plan, lanzan una bengala contra el reguero de combustible que había dejado el camión. El combustible arde, y las llamas se propagan rápidamente hasta el camión, y entonces sí, explota con una gigantesca llamarada.

Bien, la escena contiene algo de buena ciencia ya que, contrariamente a lo que nos muestran constantemente las películas, un depósito de combustible no estalla con un balazo. Hace tiempo comenté que debían darse una serie de desastrosas y poco probables coincidencias para que el depósito de gasolina de un coche explotara en un choque. Una de esas condiciones es la chispa. Sin chispa, no hay ignición. Así de simple. Y las balas convencionales no producen chispas al impactar contra un metal.

En las películas también estamos acostumbrados a ver chispas cuando hay un tiroteo cerca de estructuras u otro tipo de objetos metálicos. Pero eso no es así. Veréis, no todos los metales producen la misma cantidad de chispas al ser golpeados o friccionados. El acero, por ejemplo, genera chispas. Pero el cobre o el plomo no. De hecho, en entornos en los que hay riesgo importante de incendio o explosión, por la presencia de materiales inflamables (en una mina, por ejemplo) se usan martillos de aleaciones que no generan chispas. ¿Y las balas? Pues generalmente están hechas de aleaciones de plomo o cobre. Y no generan chispas (o la probabilidad de que generen una es muy pequeña). Es cierto que existen balas incendiarias, que contienes materiales como el fósforo, diseñadas específicamente para ello. Pero como he comentado, no es el caso de las balas convencionales.

¿Y la temperatura de la bala? ¿No se calienta en el disparo? ¿No podría inflamar la gasolina simplemente con su temperatura? Bueno, las balas se calientan al ser disparadas, y además, en el momento del impacto, parte de su energía cinética se convierte en calor. Pero la temperatura final, en la mayoría de los casos, no es suficiente como para inflamar la gasolina.

Además, hay que tener en cuenta algo básico. Tan básico, que puede parecer una perogrullada: un requisito indispensable para inflamar el combustible, es que la bala atraviese la pared del depósito y entre en contacto con el combustible. Los depósitos de combustible no están hechos de cartón piedra, sino de metal. Dependiendo del grosor del mismo y de tipo de bala, ésta puede o no agujerearlo. En la película, otro detalle curioso es que sólo uno de los disparos parece hacer un agujero. El resto, simplemente rebota (si bien, no parece lógico que el disparo que atraviese el depósito sea el último, que es el que se ha realizado a más distancia, y la bala por tanto ha perdido más energía en su trayecto).

«Ah, pero estás hablando siempre de posibilidades» diréis. ¿Podría ocurrir, pese a todo? Bueno, no es físicamente imposible que un depósito de combustible explote al recibir un disparo, pero es altamente improbable.

En la peli, al ver el fracaso de hacer explotar el depósito a base de disparos, utilizan una bengala para inflamar el reguero de gasolina, y el camión explota cuando la llama lo alcanza. Bueno, aquí es aplicable todo lo que dije en su día sobre la mezcla de aire y vapores de gasolina. Si no es adecuada, no arde.

Además, aunque parezca otra perogrullada, la llama debe alcanzar esa mezcla. En la peli, el combustible está saliendo por un conducto situado en la parte inferior, y por un agujero de bala más o menos a media altura. La mezcla de aire y combustible adecuada, de existir, debe estar dentro del depósito, en el espacio libre que deje el líquido. Éste, sale a chorro por el agujero de bala, por lo que el nivel debe estar necesariamente por encima de dicho agujero. Y recordad que lo que arde no es el combustible líquido, sino los vapores que desprende. Aunque la llama alcance el agujero, la mezcla no arderá, hasta que el nivel de líquido descienda y alcance dicho agujero, de forma que la mezcla de aire y vapores quede expuesta a la llama.

Extraído de Mala Ciencia

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