25 años tras ‘Días de Trueno’, enseñando a Tom Cruise a girar


Publicado el martes 22 septiembre 2015


Si hay algo que un novato tiene que aprender de la NASCAR es que los coches están construidos para ir girando a la izquierda.

En 1990, mientras el veterano de la NASCAR Hut Stricklin trabajaba como conductor especialista en el set de rodaje de Días de Trueno, le pasó ese conocimiento a Tom Cruise. “No sabía de qué le hablaba,” recalcó Stricklin.

Poco después de que hubieran hablado en el circuito Volusia County Speedway, lugar de rodaje a 24 millas al oeste de Daytona Beach, Florida, Stricklin vió como Cruise se metía en uno de los coches preparados y lo estampaba directamente.

“Supongo que había visto las carreras en la TV y como iban girando los pilotos el volate de izquierda a derecha,” dice Stricklin. “Giró a la izquierda, y el coche giró a la izquierda. Pero cuando giró el volante a la derecha…”

El coche patinó y se estampó contra el muro.

(Paramount)

Según los estándares de Stricklin, Cruise no iba demasiado rápido. Pero el pequeño golpe destrozó una cámara nueva que iba montada en el lateral del coche. En ese momento, Stricklin tuvo que comentarle lo de los giros antes de seguir destrozando coches. Tom lo entendió una vez explicado, pero la cámara de 100 mil dólares ya estaba destrozada.

Estrenada en un Junio de hace 25 años, Días de Trueno tuvo un éxito arrollador intentando recrear la NASCAR para la gran pantalla. Los productores Jerry Bruckheimer y Don Simpson junto al director Tony Scott plasmaron todo lo de las carreras y esa cultura en una peli de 108 minutos. Aunque fue bastante criticada, la cinta protagonizada por Cruise llegó a amasar 158 millones de dólares en todo el mundo, y se ha convertido en un referente de culto para los fans de las carreras.

Aunque no fuera tan famoso como alguno de sus trabajos anteriores, el guión de Robert Towne es un buen balance entre acción y carreras. No hay ningún evento actual de la NASCAR en el que alguien no diga la frase de Robert Duvall como el jefe del equipo Harry Hogge: “Rubbin’, son, is racin’”. O como dice en español: «Te ha rozado. Y en eso consiste correr, hijo».

Días de Trueno no fue exactamente poética como peli. Pero para muchos pilotos, significó bastante.

“Fue interesante ver nuestro deporte en las grandes pantallas y ser parte de ello,” dijo Dale Earnhardt Jr a Associated Press en 2010. “Creo que hizo mucho por nuestro deporte incluso aunque la crítica vapuleara un poco la peli y la gente tuviera opiniones distintas. Nos dió a la NASCAR mucha publicidad. La peli era divertida de ver sin problemas.”

La historia guionizada por Towne se basa en una vida real. El personaje interpretado por Cruise, un conductor nato pero sin experiencia llamado Cole Trickle, se basó en Tim Richmond. Sus rivales en la pantalla Rowdy Burns (Michael Rooker) y Russ Wheeler (Cary Elwes) eran versiones de Dale Earnhardt y Rusty Wallace, respectivamente. El legendario director de carrera Harry Hyde fue la inspiración para Hogge (Duval), el propietario del equipo Rick Hendrick fue convertido en Tim Daland (Randy Quaid), y el presidente de la NASCAR “Big Bill” France fue trasladado a la gran pantalla como “Big John” (Fred Thompson).

(Paramount Pictures)

Pero capturar el frenesí de una carrera, necesitas plasmar acción. Mucha. Al final, era una producción de Don Simpson y Jerry Bruckheimer. Hendrick Motorsports fue el proveedor de coches y la NASCAR puso a los pilotos. Ahí es donde Stricklin entraba en la producción: fue uno de los profesionales para dar autenticidad a los procedimientos y a lo que se vió en pantalla.

En el momento del rodaje, Stricklin comentó, “Estoy sin coche.” Cuando Carolyn Carrier, hija del fundador de Bristol Motor Speedway Larry Carrier y el nexo entre la NASCAR y los creadores de Días de Trueno, le ofreció un trabajo, aceptó sin dudarlo.

“Hice más dinero trabajando para esa peli que lo que nunca pense que pudiera ganar pilotando coches,” comentaba Stricklin, que corrió en la Copa Winston por primera vez en 1987 y conducía para ‘Días de Trueno’ el coche de Rowdy Burns (el Exxon Car 51). “Fue un buen trabajo.”

El rodaje no fue precisamente algo glamuroso. Stricklin recuerda entrar y salir del coche muchísimas veces, incluso atarse y desatarse el cinturón para que las cámaras pudieran grabar todas las rutinas. “Es increible lo que se tardó en rodar todo eso,” dijo Stricklin.

En el circuito Darlington Raceway, se pasó tres días practicando nada más que giros descontrolados.

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En cualquier otro circuito, Stricklin no hubiese tenido problema. Pero Darlington es una pista peligrosa. Trató de explicárselo a sus jefes, pero no le hicoeron caso. “Me contestaron, ‘Estamos aquí, y esto es lo que vamos a hacer,’” seguía comentando Stricklin. “Y yo dije, ‘OK, vosotros pagais las facturas. Lo haremos.’”

“Nunca me estrellé,” dijo Stricklin. “Gracias a Dios.”

Stricklin comentó que Scott le preguntó acerca de lo que le gustaría ver sobre las carreras en la pantalla. Había estado saliendo con Michael Rooker y hablando Tom Cruise. Stricklin pudo incluso ir al estreno de Días de Trueno.

“Por una parte, la manera en la que se construyen los coches es mucho más profesional,” dijo el piloto Alan Kulwicki a L.A. Times en Junio de 1990. “No los construimos en un granero con la luz del sol a través de los tableros. Trabajamos en sofisticados talleres con todos los equipos técnicos disponibles.”

A Stricklin le hubiese gustado ver en la peli elementos más viscerales de la NASCAR. Al parecer, con esos elementos los espectadores podrían haber experimentado más la sensación previa a una carrera.

Todo eso es muy complicado de capturar para una peli, y prácticamente no existía el IMAX en 1990.

Stricklin disfrutó del montaje final de lo que vió. Es un gran fan de Elvis, así que le encanta la peli Speedway (1968), pero cree que Días de Trueno es la mejor peli de carreras que existe.

Para Stricklin, que continuó su carrera como piloto profesional hasta 2002, el estatus de la peli ya es un clásico de culto. Como lo contrataron como asesor externo, no aparece en los créditos finales.

Pero a partir de ahora, podemos decir que es el tipo de que enseño a Tom Cruise que los coches de la NASCAR se cosntruyen para girar solo a la izquierda.

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